La Sra. Taylor da permiso a su hija Ellen para ir a nadar al ho con las tres hermanas Ingalis, y cuando se zambullen para esconderse de unos niños que las espían, se ahoga. La madre no acepta la realidad y culpa a su marido y a Laura de la tragedia. Transtornada, y con la escusa de que baje a coger manzanas, encierra a Laura en el sotano de su casa e imagina que es su hija.