Anna, apartada de su novio por su padre y al que le oculta su embarazo, pone mensajes en una botella río abajo, pidiendo amistad. Laura los encuentra y va en su busca, hallando a su bebé abandonado en el bosque con una nota: “Sé mi amigo, quiéreme. Estoy sola”. Lo cuidará y le pondrá el nombre de Grace, hasta que la foto que envió Anna le permite dar con ella y con su novio Bobbie.