En lugar de dejar la ciudad como le había prometido a Mac su marido, Chris regresa a su apartamento para pedirla que vuelva con el, amenazándola con contar a sus superiores la relación que esta mantuvo hace años con su instructor, el Coronel Farrow. Al día siguiente Mac llama a Harm para comunicarle que ella y el Coronel Farrow han sido arrestados por el asesinato de su marido, del que ni Harm, ni ninguno de sus compañeros conocían su existencia. Harm defenderá a Mac mientras que el comandante Brumby, el oficial australiano, defenderá a Farrow. Durante el juicio Brumby, dudoso de la inocencia de Mac, intentará de defender por todos los medios a Farrow aunque eso afecte a la defensa de Mac. Cuando Farrow es llamado al estrado este alega haber sido el asesino de Chris, pero Mac hace lo mismo auto inculpándose en el estrado. Harm finalmente encontrará a un testigo ocular que revela que Chris estaba a punto de disparar a Farrow cuando Mac le arrebató la pistola que se disparó en el forcejeo. El miembro del tribunal militar les encontrará no culpables por ser accidental y en defensa propia.