Los restos de un cuerpo, muy deteriorados, aparecen en un tiovivo, por lo que el equipo del Jeffersonian entra en acción para tratar de descubrir qué ha pasado en un millonario fondo de inversión. El jefe de la víctima se convierte en el primer sospechoso, pero la investigación da un giro inesperado cuando descubren pruebas incriminatorias contra la propia víctima. El caso se resiente por la conexión emocional que Aubrey siente con el caso, y Booth y Brennan se enfadan cuando Christine dice su primer taco.