Jaimito les dice a los niños de la vecindad que poder hacer sus propios juguetes con papel en su imaginación son más divertidos que los modernos. Más tarde en el parque los niños empiezan a volar papalotes, mientras que todos están en un día de campo, pero al final los papalotes del Chavo y de Quico terminan enredados y atascados desde un helipcótero, mientras que ambos vuelan con ellos sobre la ciudad y son atrapados en un letrero con un cepillo gigante moviéndose.