Después de aprender sobre biología en la escuela, el Profesor Jirafales descubre que el Chavo tiene un diente flojo (sin saber que el Chavo quiere arrancárselo para ganar dinero del Ratoncito Pérez). Así que los niños empiezan a cepillarse en el otro patio de la vecindad con las instrucciones de la Popis, pero el Chavo amarra un ladrillo en su diente para extraerlo y se lo lanza hacia el Señor Barriga. Más tarde cuando se cae se lo traga por un chicle que estaba en casa de Jaimito, entonces Ñoño y Quico creen que el diente del Chavo se lo tragó y deciden sacarlo del estómago realizando una técnica, pero lo único que ocurre es que Quico y Ñoño también tienen dientes flojos (iguales que el Chavo). Al final se los pierden acongojadamente a toda costa y no logran encontrarse con el Ratón Pérez, hasta que Don Ramón enciende un cohete amarrado en su boca y hace lo mismo que ellos para extraer la dentadura, el cual solamente se estalla.