Las clases de dibujo entre Karina e Ignacia permitieron un acercamiento entre profesora y alumna. La menor de los Walker se dio cuenta de la intensa mirada de la artista, momento que aprovechó Karina para elogiar la belleza de los ojos de Nacha. Las dos se observaron mutuamente, olvidando por un momento la lección. Luis Emilio entró a la oficina de Bastián enfurecido.