Una joven de origen tibetano es encontrada en una zona transitada por prostitutas asesinada y con un pie cortado. La causa de la muerte fue por estrangulamiento con un cable de cobre. El examen forense muestra que la victima había sido torturada con anterioridad. Huang, el psiquiatra de la policía, confirma que se tratan de cicatrices de tortura que aplicaba la policía china cuando invadieron Tibet. La joven consiguió salir del país casándose con un norteamericano. El mismo día de la muerte la joven se había citado para comprar un mueble de segunda mano, pero no llego al lugar.