Una serie de crímenes y violaciones en una zona solitaria debajo de la autopista confunde en las investigaciones a los detectives. Sin embargo, el caso da un giro cuando una de las víctimas declara que fue un policía el que la atacó. Las muestras recogidas en el lugar de los hechos demuestran que ambas víctimas fueron atacadas por el mismo hombre y, que las fibras coinciden con los uniformes de los agentes de policía. Los detectives implicarán a asuntos internos que reconocen que están investigando a dos policías de una comisaría.